ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN ESPAÑA, LA. Debates parlamentarios, 1810-1886.
España es la última potencia occidental que abole la esclavitud. Este trabajo aporta posibles respuestas a una simple pregunta: ¿Por qué España es la última? Para comenzar nuestro viaje, es preciso recordar que “abolir” significa “derogar, dejar sin vigencia una ley, precepto, costumbre, etc.” En consecuencia, parece que hablar de abolición supone hablar de un proceso esencialmente jurídico. Derogar leyes o preceptos es la misión fundamental del poder legislativo, una potestad que durante la mayor parte del siglo XIX español aparece primordialmente residenciada en las Cortes (ya las unicamerales gaditanas, ya las bicamerales a partir de Isabel II). De ahí que, para analizar cumplidamente un proceso de abolición, sea preciso abordar el fenómeno desde una perspectiva jurídica.
Junto a ese
gran y primer interrogante, un viaje por los diarios de sesiones de las Cortes
evidencia que los problemas jurídicos principales abordados por los
parlamentarios pivotan en torno a ocho grandes preguntas: 1) ¿Qué hacer con la
esclavitud?, ¿prohibir la trata de esclavos, declarar solo la libertad de
vientre, abolir la esclavitud?; 2) si se decide abolir la esclavitud, ¿es
necesario indemnizar a los propietarios de esclavos, abonarles un justiprecio
como si de una expropiación se tratase?; 3) ¿cuál sería la condición jurídica de
los esclavos libertos?; 4) ¿serían nacionales?; 5) ¿serían ciudadanos?; 6)
¿formarían parte del censo?; 7) ¿gozarían de derecho de sufragio activo? y 8)
¿gozarían de derecho de sufragio pasivo? Los apasionados debates parlamentarios
nos aportarán perspectivas sorprendentes y diversas que contribuirán a
esclarecer una compleja problemática plena de desafíos nacionales e
internacionales.