PATRIMONIO CONTABLE DE LA EMPRESA, EL. (5 Vols.)

    Si el 1 de enero de 2008 supuso el “pistoletazo de salida” para la aplicación de los nuevos planes generales de contabilidad, aprobados por el Real Decreto 1514/2007 y por el Real Decreto 1515/2007, ambos del 16 de noviembre, el año 2009 ha servido para que se pose el polvo levantado y se hayan ido asimilando las nuevas reglas. En espera de los desarrollos reglamentarios que han de producirse, es hora de echar un vistazo a la imagen que del patrimonio empresarial nos ofrece el balance propuesto por la nueva contabilidad.

    Partiendo de las definiciones de “activo”, “pasivo”, “patrimonio neto”, “ingreso” y “gasto” que nos dan los marcos conceptuales contenidos en la primera parte de los nuevos planes y de la prevalencia del principio de “fondo económico sobre forma jurídica”, el balance, por una parte, se ha “limpiado” de partidas de dudosa calificación, tales como los activos por gastos de establecimiento y por gastos de constitución y, por otra, ha reubicado otras como las acciones propias y determinadas emisiones de instrumentos de patrimonio.

    Separación dentro del patrimonio neto de los fondos propios de las restantes partidas integrantes del mismo, valoración de los instrumentos financieros en función del destino y utilización de los mismos, clasificación de las partidas en corrientes y no corrientes y partidas tales como los “Activos no corrientes mantenidos para la venta” son algunas de las novedades introducidas en el balance con la intención de ofrecer al usuario de las cuentas anuales mayor información sobre la gestión que los administradores realizan de los recursos de la empresa.

    Por todo lo anterior, la colección se va a centrar en el análisis de las definiciones, ubicación y valoración de los diferentes elementos que conforman el patrimonio contable de la empresa representado por el balance de situación. Esta es la “foto” que obtiene la nueva contabilidad del patrimonio de la empresa en un momento dado y esta colección demuestra cómo se elabora. 

    El primer volumen se centra en los siguientes temas:

• Marco normativo y marco conceptual de la contabilidad: Se hace un análisis del entramado legislativo que sustenta el modelo contable actual. Además, se analiza el “Marco conceptual” concebido como el conjunto de fundamentos, principios y conceptos básicos cuyo cumplimiento conduce en un proceso lógico deductivo al reconocimiento y valoración de los elementos de las cuentas anuales.

• Elementos y normas de elaboración del balance: En este capítulo se analiza cómo se ha de elaborar el documento que nos informa sobre la composición y valor del patrimonio empresarial en un momento dado.

• Entrando ya en partidas concretas del balance, se analizan en este tomo las siguientes:

    - Inmovilizado tangible e intangible

    - Inversiones inmobiliarias y activos no corrientes y grupos enajenables de ele-

      mentos mantenidos para la venta, ambas categorías novedosas respecto al

      PGC de 1990 y cuya incorporación es fiel reflejo del esfuerzo por dotar a la

      información contenida en el balance de mayor utilidad para la gestión.

    El segundo volumen se centra en el análisis de la manera en la que han de aparecer reflejadas en el balance, tanto del PGC como del PGCPYMES, las inversiones financieras a largo plazo diferenciando las que se realizan en partes vinculadas de las que se realizan en partes no vinculadas.

    En el  tercer volumen se analiza cómo figuran en el balance, tanto del PGC como del PGCPYMES, las siguientes partidas del activo corriente:

• Inversiones financieras a corto plazo

• Efectivo y otros activos liquidos equivalentes

• Periodificaciones a corto plazo

    Finalmente, se estudiará el reflejo en el balance de:

• Una serie de instrumentos financieros que por sus características los autores han denominado “especiales”, tales como:

    - Derivados

    - Instrumentos financieros híbridos

    - Instrumentos financieros compuestos

    - Etc.

• Las operaciones de cobertura, entendidas como aquellas operaciones en las que uno o varios instrumentos financieros, generalmente instrumentos derivados, denominados instrumentos de cobertura, son designados para cubrir un riesgo específicamente identificado que puede tener impacto en la cuenta de pérdidas y ganancias, como consecuencia de variaciones en el valor razonable o en los flujos de efectivo de una o varias partidas cubiertas.

    En el cuarto volumen se analiza cómo figuran en el balance, tanto del PGC como del PGCPYMES, los activos y pasivos derivados de las actividades de explotación. Por lo tanto, el análisis se centra en las siguientes partidas:

• Existencias

• Deudores y acreedores comerciales: Clientes y deudores.

• Otras cuentas a cobrar y a pagar tales como créditos a corto plazo al personal, el saldo de las cuentas corrientes en fusiones y escisiones, el derecho de la sociedad a exigir de los suscriptores el importe de las acciones suscritas, las deudas con las Administraciones públicas o las remuneraciones pendientes de pago al personal.

    También se estudia el reflejo en el balance de la contabilización del impuesto sobre sociedades y que se materializa en el registro de activos y pasivos, tanto corrientes como diferidos, por impuesto sobre beneficios.

    En el último de los cinco volúmenes, se ve qué partidas conforman el patrimonio neto del balance y cómo se han de valorar. Recordemos que con los nuevos planes el concepto “patrimonio neto” es algo más que “fondos propios”.También se analizan los siguientes pasivos:

• Los que toman forma de provisiones. Con los nuevos planes, el término “provisión” se adjudica exclusivamente a las provisiones de pasivo.

• Los derivados de la financiación no comercial, tales como deudas por préstamos recibidos de entidades de crédito.