Desde que, con fecha 14 de marzo de 2020, se produjo la declaración del estado de alarma en nuestro país con motivo de los primeros estragos provocados por la pandemia del COVID-19, se han aprobado distintas regulaciones que, entre otras novedades, recogen un conjunto de medidas fiscales destinadas a flexibilizar el cumplimiento de las obligaciones tributarias, así como a tratar de paliar los graves perjuicios que la pandemia del coronavirus han ocasionado a numerosos colectivos de obligados tributarios y, en particular, a pymes y autónomos.
La presente Monografía analiza, siguiendo el esquema clásico de pregunta-respuesta, el alcance a nivel comunitario, estatal y autonómico de las principales medidas adoptadas hasta la fecha, las cuales se concretan, a grandes rasgos, en un aplazamiento del pago de deudas tributarias, una ampliación de los plazos de presentación de autoliquidaciones y de los plazos de los distintos procedimientos tributarios y la aplicación de beneficios fiscales muy concretos y específicos. Se echa en falta, sin embargo, la adopción de medidas tributarias de mayor calado y la aplicación (y recuperación) de un mayor número de beneficios fiscales que contribuyan a relanzar nuestra economía.
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