CONTRATO DE ALIMENTOS.

La reciente Ley 41/2003, de 18 de noviembre, de protección patrimonial de las personas con discapacidad, incorpora al Código Civil un nuevo capítulo II dentro del Título XII del Libro IV, que bajo la rúbrica de «contrato de alimentos» regula este concreto negocio jurídico bilateral, aleatorio, que ya gozaba de cierta tipicidad social y que se erige como alternativa al contrato de renta vitalicia para atender a las necesidades económicas de las personas con alguna dependencia, de manera que esta modalidad de contratación permite a las partes fijar con mayor precisión la obligación del alimentante en función de las necesidades del alimentista. La presente obra permite deslindar los distintos institutos, fija los presupuestos objetivos y subjetivos que permiten su reclamación, y ofrece mecanismos de defensa ante un eventual incumplimiento contractual.