DEPENDENCIA DE LOS MAYORES, LA.
Aceptemos que la Sociedad actual, a partir de sus Instituciones, no se encuentra preparada para afrontar la proliferación de necesidades de atención que requieren las personas, sobre todo, las Personas Mayores que con el incremento de la esperanza de vida y de la edad media de la población han ido incurriendo progresivamente en los más variados tipos de discapacidad y consiguientemente de “Dependencia” con el paso de los años.
Han de ser los ciudadanos más jóvenes, más sanos y más generosos quienes tomen el relevo a los Poderes Públicos para colaborar con ellos en esa tarea ingente de hacer la vida más llevadera a esas personas que se encuentran ya en su declive.
Este trabajo pretende ser un acicate para la información, motivación y mentalización de esos “esforzados” profesionales y ciudadanos que van a formar parte del ejército de colaboradores en la mejora de la calidad de vida de los Mayores.
Hace un siglo, lo importante era “cuidar” a las personas de edad. Actualmente, lo trascendente no es sólo curar, sino también cuidar. Tan importante es el hecho de que una persona mayor se encuentre objetivamente bien de salud como que se “sienta” bien anímicamente, por lo que quizá sea más importante la percepción del estado de salud y de bienestar por parte del mayor, que las medidas objetivas adoptadas sobre el mismo.
Por tres razones esenciales dedicamos este estudio a la consecución de ese objetivo, a través de la reflexión sobre lo que actualmente se conoce como “Dependencia”:
1. Por el interés intrínseco de la cuestión
2. Por su particular relación cualitativa y cuantitativa, como factor de riesgo en las
situaciones de Maltrato y, por consiguiente, con la calidad de vida del mayor.
3. Por la actualidad de su tratamiento en el Mundo y particularmente en España
con una ley en pleno desarrollo y un interés social y mediático
crecientes.