ORÍGENES DE LA PENA, LOS.
«Todas las sociedades humanas, a lo largo de la historia han poseído un sistema de penas. Los orígenes de la pena son de los problemas históricos más oscuros que iremos desentrañando hasta el pensamiento penal ilustrado.
A cada estadio de la humanidad le corresponden determinados delitos y sus consiguientes penas, puesto que unos y otras vienen condicionados por la situación en que se encuentra el hombre en sociedad.
El fin señalado para la pena no ha sido visto siempre con igual generalidad, existiendo diversas doctrinas o escuelas. No obstante, como veremos en este trabajo, se ha impuesto la idea durante mucho tiempo, de que la pena debía servir a dos fines. Por un lado, a la expiación de la culpa para el criminal o retribución por el daño social causado y, por otro, la intimidación del resto de los ciudadanos por el temor que causa la sanción.
La pena es la primera y principal consecuencia jurídica del delito. Es un instrumento de control del Estado quedando reflejadas las diferencias profundas que separan las diversas concepciones sobre el poder y sus modus operandi».