TRATADO DE LOS GRUPOS VULNERABLES, POLÍTICAS PÚBLICAS Y CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS.
- Sinopsis
- Índice
La presente obra da cuenta de ello, a partir del encomiable esfuerzo y aporte intelectual que, a lo largo de más de mil páginas, realizan importantes juristas y académicos de más de una docena de países. Precisamente, porque al hablar de grupos vulnerables, políticas públicas y lucha contra la corrupción de funcionarios, se está poniendo en el centro la cuestión de los derechos. Si bien son temas ampliamente abordados por la doctrina jurídica y otras disciplinas afines, con énfasis en las últimas décadas, no constituye materia agotada; por el contrario, nuestras sociedades experimentan un proceso sistémico, multidimensional y complejo que constantemente pone a prueba la efectiva realización de los derechos, más allá de los extensos catálogos donde estos se reconocen y las aportaciones en clave teórica, normativa o jurisprudencial que progresivamente se registran.
Se abre paso, entonces, a importantes retos, que incluyen la necesaria articulación de un sólido sistema de garantías (materiales, normativas o abstractas, jurisdiccionales, institucionales, sociales, etc.) y la acción del Estado, mediante políticas públicas coherentes, pertinentes, transparentes, ajustadas al contexto de cambios de lo que pudiera calificarse, en términos de Gamero Casado, como un mundo en disrupción. Lo anterior, para lograr la tutela eficaz de los derechos, con un sentido de inclusión, que atienda las especiales circunstancias de los grupos vulnerables y personas en situación de vulnerabilidad.
El escenario actual acentúa la responsabilidad de la institucionalidad pública y privada para garantizar el ejercicio y pleno disfrute de los derechos. La experiencia de participar en un resultado como el que tengo el privilegio ahora de prologar( )ha sido una fuente de aprendizaje trascendental y, singularmente, de reflexión. Los caminos hacia el desarrollo y la prosperidad, la equidad y la inclusión, se ven continuamente truncados por intereses que nada tienen que ver con la filosofía de los derechos, con el respeto y la cultura de la legalidad. Esto hace el reto más difícil y los medios para conseguir los objetivos de una sociedad justa, más complicados. Sin embargo, la capacidad de advertir los problemas en sus reales dimensiones y alcances, de cuestionar el estado de cosas y de proponer soluciones, es de por sí un gran paso de avance; ese ha sido el sentido de cada contribución que forma parte del presente tratado, con un carácter transversal, sistemático, reflejo del Derecho en su diversidad y complejidad. El modelo deseado será, siempre, el de los derechos para todos; el de la inclusión; el del Estado y del Derecho en acción; el de la transparencia. No hay alternativa.